Vértigo
Como sombras agitadas por amargos desengaños
ya veloces se deslizan estos días de mi vida
y fugaces van huyendo estas horas y estos días,
sin pensar que a cada hora se me acorta más la vida
y hacia el caos del misterio mi existencia se encamina
con sus llantos o alegrías que en la nada se terminan.
No pensemos en las horas que fugaces huirán,
no pensemos en la vida que también se acabará
y acortemos las tristezas de las noches y los días
que las quejas y los llantos con las horas pasarán
y al presente supliquemos que nos dé más alegrías
pues la vida es un misterio, como ignoto el más allá.
A mis violetas
Flor pequeñita y de aromas llena
con timidez de pálida Virgen Macarena
te he visto crecer junto a la fuente
y adornaste con tus pétalos mi frente.
Tú escuchaste en las noches mi cantar
cuando la luna me envolvía de pesar,
y busqué el consuelo a mis tristezas
entre tus flores llenas de pureza.
Sobre el césped te reclinas solitaria
como escondiendo el clamor de una plegaria
pobre violeta, que sólo ayer naciste
y ya mustia piensas en la muerte,
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