en tu abrazo
cada gota de mi sangre
se transforma en un sol nuevo
tocar tu piel franca y suave
despierta una sed olvidada
del calor carnal deseos nacen
oscuros, ocultos, embriagadores
nuestros, sólo nuestros
manos calladas, atrevidas y aventureras
buscan ensueños y suspiros perdidos
sobre terrenos calurosos y ansiosos
el ritmo ensordecedor de nuestros volcanes
de donde brotan el dulce vino rojo que nos sustenta
ese ritmo, este ritmo que nos rige y que nos llena
te llama, te atrapa y te devora
nos borra el pasado y el futuro ya nada importa
una caricia
un beso
rumor de brasas
los secretos se liberan y se revelan
en las fugitivas chispas rojas de crepúsculos estivales
que al azar se aventuran y llamean
por las tinieblas tibias que palpitan
debajo de nuestra piel que se estremece
despertando, despertando danzas nocturnas
ha llegado el diluvio de un perfume primitivo
aniquilando la razón
abriendo un mundo infinito de fantasía reprimida
piel encendida y ciega que te ilumina el camino
al paraíso prohibido que tanto, tanto deseas
y por unos instantes
tu mundo
de antes
se desvancece